“Estimado Sr. Bloguero”, cambios en la relación marca – bloguero

La relación entre marcas y blogueros está cambiando.

Esta es la conclusión que llevaba tiempo mascando como consecuencia  de mi relación con blogueros de viajes y que se reforzó a raíz de la participación de Toprural como socio principal del Travel Bloggers Meeting, en un interesante debate sobre la monetización de los blogs, y del post que publicó el amigo Pau en su blog: #TBMGredos, blogs de viajes, turismo rural y marcas.

Foto de familia del Travel Bloggers Meeting Gredos

En su post, Pau hace referencias muy interesantes sobre la relación marca-bloguero, os recomiendo su lectura. Yo, particularmente, me quedo con esta afirmación: “mucha gente todavía no es consciente de que sin las marcas, este tipo de eventos no existirían y del mismo modo, es casi imposible que avancemos hacia la profesionalización de los blogs”.

Otro ejemplo, que creo, ilustra a la perfección el cambio que se está produciendo entre los blogueros de viajes es la reciente creación de Travel Inspirers: una  iniciativa de 12 blogs de viajes que buscan “la profesionalidad en la promoción de marcas y destinos y en la creación de productos relacionados con el sector viajes”.

Muchos blogs y blogueros de viajes hoy han madurado, se han afianzando y son una referencia indiscutible en la promoción de destinos porque influyen en miles de viajeros. Algunos de ellos buscan monetizar su labor, sacarle partido a su blog, algo que considero perfectamente lícito y que a mi juicio no tiene porqué suponer el fin de su independencia. Para mi simplemente es la sana intención de hacer que su pasión sea su principal fuente de ingresos, y eso pasa por profesionalizar y rentabilizar su relación con  las marcas (más ahora si cabe ya que oficinas de turismo y direcciones generales de turismo han visto caer sus presupuestos).

¿Y qué hay de las marcas en su relación con los blogueros?

Que también está cambiando, madurando. El comienzo del título de este post, el mítico comienzo de muchos antiguos e-mails de agencias de comunicación (“Estimado Sr. Bloguero”), afortunadamente ya es historia. En la actualidad cualquier marca que se precie de tener una relación de confianza con blogueros sabe que lo importante es conocer el trabajo que hacen, ofrecerles contenido diferenciado y acorde a sus intereses y darles la libertad para que lo enfoquen y traten como ellos consideren.

Por poner un ejemplo, cuando Eddy y Victoria, los organizadores del TBM, nos dieron 2 horas de su programa para organizar lo que quisiéramos lo tuvimos claro: no queríamos vender nuestro libro y hacer una presentación coñazo de lo maravilloso que es Toprural. Queríamos aportar, aprovechar la oportunidad de tener frente a nosotros a muchos de los principales blogueros de viajes para conocer sus inquietudes, ver qué conocimientos tenían sobre el turismo rural y debatir sobre el futuro del sector. En otras palabras, queríamos aprender de ellos. Hablar en lugar de escuchar habría sido un error. Si queréis ver lo que hicimos podéis consultar las conclusiones del debate que publicamos en el blog.

Creo que esta es la línea adecuada: no se trata sólo de vender, se trata de convencer, aportando valor. Ser conscientes de que la relación marca-bloguero es una relación “win to win” en la que la marca tiene que rentabilizar su esfuerzo, sin canibalizar la independencia del bloguero, y esté puede hablar de una marca sin vender su alma.

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