Hay voces, como la de millonario Mark Cuban, que mantienen que las firmas de relaciones públicas no aportan suficiente valor a un nuevo negocio. No le falta razón, en especial si se refiere a contratar a grandes agencias de comunicación. Pero no tengo la menor duda de que la comunicación puede aportar valor a una startup.
Estos últimos 5 años, trabajando mano a mano con François Derbaix, me han servido para conocer más de cerca la realidad de los emprendedores y sus necesidades. Toprural, Minube, Sindelantal, Mumumio ofrecen todos productos de calidad, pero su clara apuesta por la comunicación ha contribuido a reforzar su reputación y ha aportado más valor a sus marcas.
Es desde esta experiencia que planteo las siguientes recomendaciones para un emprendedor que se plantee emplear los servicios de un profesional de la comunicación.
Necesitas visibilidad. De otra manera, te tomaría demasiado tiempo construir la notoriedad de tu producto o marca sólo con el boca a oreja. La comunicación te ayuda a posicionar tu marca en buscadores mediante la generación de enlaces o menciones en redes sociales o a llegar a los influenciadores que pueden ser los mejores embajadores de tu producto, etc.
Contratar un profesional de la comunicación no debería vaciar tu cuenta bancaria. Las agencias aportan valor, pero su manera de gestionar el tiempo y la rotación de personal que sufren pueden mermar el presupuesto de tu startup. Calcula cuánto crees que deberías gastarte al mes y la mejor manera de emplear ese dinero. La buena comunicación no es exclusiva de las grandes firmas. Antes de mi incorporación a Toprural trabajé en agencias de comunicación, grandes y pequeñas, y hoy colaboro con freelancers que representan la quinta esencia de la profesionalidad. Creo que esta variedad es precisamente la que permite que la comunicación se pueda ajustar a las necesidades de cada cliente. Y recuerda que los contactos en medios son importantes, pero lo es aún más la habilidad para conocer los contenidos y las necesidades informativas de los medios.
Controla tu inversión. Cuando contratan a un profesional de la comunicación algunos emprendedores actuan como si le entregaran las llaves de su negocio y ya no tuvieran que pensar más en el tema. Pero es precisamente en este momento en el que un emprendedor tiene que implicarse. Toma parte en la elección de los objetivos e interviene en el plan de comunicación. Mira a dónde va tu dinero: pregunta cuánto del trabajo que realizan es administrativo y determina cuánto necesitas realmente.
Establece unos criterios de medición. Es duro determinar una forma realista de medir si la comunicación funciona o no. Un incremento del tráfico orgánico, aumentar “likes” en Facebook o tener cientos de menciones positivas demuestran éxito, pero que hay compañías dónde esto no sucede rápidamente. Trabaja con tu partner de comunicación para determinar que es lo que considerarías éxito a corto y a largo plazo. Pregúntales si tus expectativas son realistas. No entres en el juego dónde tú dices lo que hay que hacer y ellos simplemente te contestan que ok. Ten un equipo que sea tan bueno aconsejando y asesorando como lo es ejecutando y gestionando.
Los profesionales de la comunicación no son magos. No pretendas que tus historias aparezcan mágicamente la misma noche en la que has contratado sus servicios. Un profesional de la comunicación no puede obligar a un periodista a escribir una historia sobre tu compañía: te ayudan a encontrar tu historia o a afinarla, a contarla de la forma adecuada y a las personas indicadas.
Los resultados toman su tiempo. Una startup necesita resultados inmediatos que justifiquen una inversión, pero los periodistas no están esperando tu historia. Hay ciertos ganchos que hacen que un periodista se fije en una historia, pero hace falta tiempo para que la mayoría de ellas vayan surgiendo y generen nuevas oportunidades.
No existen las promesas en comunicación. Si una agencia o un profesional de la comunicación te promete algo , desconfía. Tras más de una década en el negocio puedo decirte esto: hay poca capacidad de control en la comunicación. Lo mejor que puedes hacer es tener a alguien en quién confíes y cuyo trabajo respetes. Procura que ese alguien sea honesto y directo contigo y que te explique con detalle el trabajo que ha realizado, los progresos que ha alcanzado, y las razones por las que vuestros objetivos se han alcanzado o no.
Existen diversos caminos para alcanzar el éxito. Como en cualquier exploración hay sendas sin salida pero también surgen nuevas rutas. Porque una estrategia no haya funcionado no te deshagas de sus servicios. Trátalos como si fueran parte de tu equipo, no un recurso temporal. Estarán más comprometidos con tu negocio si eres abierto con ellos, si compartes los éxitos y los fallos de tu negocio. Tómate tu tiempo para evaluar por qué esa estrategia específica no funcionó y determina tu próximo movimiento estratégico.
La mejor alabanza es recomendar su trabajo. Puede que tu compañía no sea su mejor cliente pero si hacen un buen trabajo puedes obtener un extra de dedicación si recomiendas su trabajo a otras startups o negocios (siempre que estés satisfecho/a con su trabajo claro).
Los honorarios son flexibles y no descartes los incentivos. No tienes que pagar lo mismo todos los meses. Puedes incrementar los honorarios durante los meses de lanzamiento y bajarlo durante los meses en los que tu actividad será más reducida. Si trabajas con un freelance por ejemplo, considera la posibilidad de establecer un variable por objetivos de forma que incentives la superación.
Seguro que a muchos se os ocurren más recomendaciones así que estaría encantado de ver nuevas aportaciones.
Post adaptado de “The PR thruts that every startup should know“